domingo, 4 de noviembre de 2012

El saludo del oso pardo.


Ursus arctos en Vigozoo
Fotografía: Pablo Medina Suárez, 2009.
Inicio la andadura de este blog con un animal que me fascina desde que tengo uso de razón, el oso pardo [ursus arctos]. Un animal que, en su subespecie europea [ursus arctos arctos] se ha convertido en uno de los emblemas patrios de la lucha por la preservación de nuestros ecosistemas y que, a pesar de todo, aún cuenta con serias dificultades para mantener estables sus poblaciones salvajes mientras que, por otra parte, se ve envuelto en la polémica en torno a su presencia en las colecciones animales de los parques zoológicos.

Su población, que hace unos siglos se distribuía en toda la mitad norte de la península llegando a alcanzar los valles del Manzanares, hoy en día se ha visto inexorablemente mermada. En conjunto, como indica la Fundación Oso Pardo, actualmente este animal se distribuye en un área de alrededor de 4.900 km2 con dos subpoblaciones –oriental y occidental- entre las que en 2009 se descubrió el primer cruce efectivo. En total, ambas poblaciones suman un total de en torno a los 210 individuos.
Distribución de la población cantábrica de osos pardos.
Fuente: Fundación Oso Pardo, 2012.
Se trata este de un animal difícil de seguir, por lo que dicha institución realiza desde 1989 el censo de este animal de forma homogénea y sistemática a través de la localización de las hembras con crías, lo que permite analizar la tendencia del total de la población. Según sus datos, desde 1989 la población cantábrica de oso pardo ibérico ha mostrado un proceso de recuperación, alcanzando sus puntos máximos en los años 2007 y 2009, cuando se contabilizaron un total de 21 osas con nuevas camadas. Esta esperanzadora recuperación es más notable en la subpoblación occidental, mientras que en la oriental se ha producido un estancamiento de la natalidad en torno a las dos o tres madres con crías al año, lo que, según indican, no aporta en repunte demográfico necesario que lograría alejar de la extinción los individuos de este núcleo.

Por otra parte, en la península se encuentra también el oso pirenaico [ursus arctos pyrenaicus], caracterizado por un color muy oscuro o negro en sus patas, manteniendo el resto del pelaje algo mas claro. Según la Fundación Oso Pardo, con la muerte de la ultima osa autóctona en 2004, la hembra Cannelle, la población puede darse virtualmente por extinta, al revelar los censos que el resto de individuos son todos machos. Actualmente, en las dos vertientes de los Pirineos viven actualmente en torno a 25 ejemplares, conformando una población de ejemplares de origen eslovenos procedentes de sueltas en 1997 y 2006.

2 comentarios:

  1. La semana pasada estaba viendo callejeros en transilvania y me hizo gracia que allí hubiese osos salvajes que bajaban a la ciudad... y los basureros esperaban a que los osos comiesen de la basura para recogerla... Un respeto inmenso. Aquí creo que no ocurriría lo mismo.
    Una muy buena entrada de blog!!
    Nos vamos leyendo :)

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  2. Muy bien me a encantado. Los OSos son animales impresionantes. Muacks.. Y seguiremos esperando más publicaciones. ;)

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